Escrito por: Diana Iglesias Aguilar
Frente al obelisco que guarda los restos mortales del poeta bayamesa José Joaquín Palma, nacido el 11 de septiembre de 1844, el poeta Andrés Eduardo Conde Vázquez, merecedor del Premio al Mérito Literario José Joaquín Palma que otorga la Uneac de Granma, dedica una poesía frente a estudiantes, trabajadores del Ministerio de transporte, escritores e historiadores y pueblo de Bayamo.
Hoy se rinde tributo a uno de los poetas de la generación que impulsó la guerra por la independencia, junto al mausoleo un sauce, como pidiera el poeta en unos versos.
Palma comenzó muy joven su obra intelectual, publicando en periódicos bayameses y otros, así como cultivó el gusto y la práctica del teatro, la música, animando tertulias en casas de amigos y la Sociedad Filarmónica de Bayamo.
En 1870 sale a Centroamérica con su esposa Leonela y sus cuatro hijos, enviado por Carlos Manuel de Céspedes, Presidente de la República en Armas para realizar labor diplomática y de apoyo a las tropas mambisas.
Fijando residencia permanente en Guatemala, realizó labor pedagógica, diplomática, cómo periodista y editor de publicaciones que funda. El clímax de sus aportes a la cultura del país hermano lo constituye la autoría del Himno Nacional de Guatemala, producto de un concurso donde participa anónimo, solo la enfermedad del patriota doblega el secreto y da a conocer su participación, ganando así mayor respeto y veneración.
Cada once de septiembre el pueblo de Bayamo y el gremio artístico le rinden tributo en el obelisco erigido a mitad del siglo XX fecha en que llegaron sus restos a la ciudad natal procedente de Guatemala donde falleció en agosto de 1911.