Escrito por: Yipsi Ortiz Fiol y Yailén Rodríguez
El estudio del lenguaje en la actualidad se beneficia con la interdisciplinariedad: los filósofos, los sociólogos, los antropólogos, los lingüistas, se nutren unos de otros para estudiar fenómenos antropológicos, sociológicos como las costumbres, la desigualdad, la discriminación y tipos sociales, tomando como punto de partida las ciencias del lenguaje y el análisis del discurso.
Las féminas han sido reconocidas históricamente solo por su belleza y su desempeño en el ámbito del hogar y al cuidado de la familia. No podían participar, junto al hombre, en la palestra pública, superarse profesionalmente, ni ocupar cargos de importancia.
Inclusive, algunas elegían la prostitución como el camino que les garantizaba una vida (…).
De esto se valió la sociedad machista y patriarcal para equiparar la situación de una a todas, y de esta forma fomentar la discriminación sexual y de género. En este marco, en la construcción de la identidad de género descuellan motivos fundamentales: amor, matrimonio, maternidad, prejuicios, machismo, desigualdad entre mujeres y hombres, visión retrógrada de la imagen femenina.
De hecho, se advierten puntos de contacto entre la cosmovisión que se tiene de la mujer en la sociedad africana y cubana respectivamente. En consecuencia, la oralidad se convierte en uno de los motivos fundamentales para materializarlo.
La oralidad como sistema de expresión, es realmente antigua y debido a su importante papel en la comunicación ha sido estudiada y analizada por diversos autores. Un estudioso del tema es Adolfo Colombres (…), así como el cubano José Rojas Bez (…) y María del Carmen Víctori Ramos.
Aunque pudiera pensarse que la oralidad, por ser producto de la espontaneidad de los hablantes es una creación un tanto alterada y caótica, esto no es verídico, pues se debe tener en cuenta que también ella está sujeta a reglas y normas para lograr su fin último: la comunicación humana. Hacemos nuestros los criterios de esta estudiosa ya que, para ella, el interés de la oralidad radica precisamente en eso: ella nos proporciona una visión personal o de grupo auténtico, al incluir todos los espacios de la vida humana. Además, para esta lingüista, la información que se comunica mediante el discurso oral pone de manifiesto lo inmediato, lo concreto, a través del sonido y del gesto.
En las sociedades africanas -carentes de literatura escrita- ha jugado un papel primordial el estudio de la narrativa oral como expresión depositaria del enorme saber acumulado desde tiempos inmemorables. Continuamente se ha venido abordando la oralidad frente a la literatura escrita como una forma comunicativa de menor envergadura, al ser la literatura escrita la que se ha venido institucionalizando.
Por estas razones es pertinente un estudio mucho más abarcador de la narrativa oral de origen africano, que sea capaz de devolverlas al lugar que alcanzan por sí mismas y dejar de verlas en comparación con la literatura escrita que lo único que hace es reducir su enorme valor artístico−literario.
Retomando las palabras del estudioso Martínez Furé (2015) los proverbios son pequeñas joyas de la sabiduría popular transmitidas de generación en generación, tan antiguas como la expresión humana. Bajo el lenguaje simbólico, o abriéndose paso directo, como un puñal, se ocultan profundas meditaciones, valores abstractos (…)
En Cuba las investigaciones alrededor del tema resultan relevantes debido a tres elementos fundamentales: primero, a la escasez de estudios que existen en torno al mismo; segundo, a que este tipo de narrativa actualmente pervive a pesar del poco conocimiento y, por último, a que la misma posee la función de atesorar, conservar y transmitir muchos de los aspectos cosmovisivos que caracterizaron a las culturas procedentes de África y que aún están presentes en la identidad cubana.
Muchos han sido los estudiosos que se han dedicado a indagar en las tradiciones orales de origen africano. De forma general, en nuestro país han enfrentado este tipo de investigación figuras como Fernando Ortiz, Lydia Cabrera, Rómulo Lachatañeré, Natalia Bolívar, Lázara Menéndez, Miguel Barnet, Rogelio Martínez Furé, por solo citar algunos. Estos autores dedicaron gran parte de sus investigaciones a recopilar textos orales de procedencia africana y a realizar interesantes comentarios a los estudios de esta expresión artística popular.
En las últimas décadas, se destaca el empeño de Gema Valdés Acosta, profesora de Lingüística de la Universidad Central de las Villas, quien ha brindado acercamientos actuales y provechosos en sus investigaciones acerca de la narrativa oral de origen africano en la zona central de Cuba. Sus producciones más recientes con respecto a las más antiguas expresan un nuevo grado de profundización.
No obstante, los estudios que analicen la construcción de la identidad de género en las narraciones orales de origen africano desde una perspectiva lingüística resultan insuficientes y se hace necesaria una mayor profundización que haga posible la sistematización y continuidad de estas investigaciones.
Tomado de la ponencia: Construcción de la identidad de género a través de los proverbios y su análisis léxico en El Caballo de la palabra de Rogelio Agustín Martínez Furé, presentada en el evento teórico Crisol de la Nacionalidad Cubana, en Bayamo, 2017.