Escrito por: Ángel Larramendi Mecías
A las 11:50 de la mañana del viernes 11 de enero de 1980, moría Celia Sánchez Manduley; y a cuarenta y tres años de su desaparición física su corazón permanece latiendo en el centro del pecho de un país que le tiene como una de sus más entrañables y queridas hijas.
Había nacido el 9 de mayo de 1920 y aunque sus padres la bautizaron como Celia Esther de los Desamparados, andando el tiempo, en esta su Isla, se le comenzaría a llamar madrina, ternura, sencillez, flor autóctona, guerrillera incansable o simplemente Celia.
A esta mujer que supo acunar en sus brazos a la Patria, estuvo dedicado el Sábado del Libro organizado por el Centro de Promoción de la Cultura Literaria Manuel Navarro Luna que tuvo por sede la librería La edad de oro, de la ciudad de Manzanillo.
En la actividad se presentó el título “Celia. Ensayo para una biografía “, de Pedro Álvarez Tabio, publicado por la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado en los años 2003 y 2004. En el libro se nos devuelve a la niña traviesa de Media Luna, a la joven osada de Manzanillo y a la combatiente incansable de Pilón y la Sierra Maestra. También a la Celia que después del 1ro de enero de 1959, puso todo su empeño y dedicación en vestir de luz a la Isla toda.
La presentación, a cargo de Ángel Larramendi Mecías, tuvo como invitada especial a la manzanillera Mirta Hernández, amiga de Celia en aquellos años de juventud y constantes riesgos, quien respondió con la humildad y sinceridad que le caracterizan a varias preguntas del presentador y de quienes acudieron a esta cita con la historia.
También en el espacio se recordó la salida, el 7 de enero de 1912, del primer número de la revista “Orto”, de la que el Dr. Manuel Sánchez Silveira, padre de Celia Sánchez Manduley, fuera asiduo colaborador.
Mañana de amor y sentimiento patrio la vivida por quienes acudieron a esta nueva cita con la historia.