La Casa de la Nacionalidad Cubana reside en un inmueble de estilo colonial, construido presumiblemente en el siglo XVIII, el cual sobrevive al incendio de la ciudad de Bayamo el 12 de enero de 1869. Fue transformado por sus propietarios a finales del siglo XIX, conservando aún elementos y códigos de la arquitectura original, entre ellos las techumbres originales a cuatro aguas. Casa de mampostería y teja mide once y medio metros de frente por treinta y tres y medio de fondo con un área aproximada de 116 metros cuadrados. El techo es de armadura de par e hilera, de madera y tejas a cuatro aguas con colgadizo al fondo, el estribado del techo con madera preciosa encuadrada con sección d 180 por 200mm. Los faldones de la cubierta de varas rollizas con tablazón de cedro. En el siglo XIX se le aumenta el puntal hasta cuatro metros y le construyen un soportal neoclásico en el frente. Este último es el único lugar de la casa donde encontramos ladrillos de barro colocados a matajunta, pues el interior conserva su piso original de mosaicos, colocados a principios del siglo XX. Fueron sus linderos: por la derecha, la casa perteneciente al presbítero D. Luis Argote, por la izquierda la calle de Mercaderes, y por el fondo el río Bayamo. Empotrado en la pared frontal del recinto se encuentra el escudo de la ciudad de Bayamo, confeccionado en el año 2003 y aprobado por la Asamblea Municipal del Poder Popular, vigente en la actualidad. Esta costumbre responde a una tradición hispana que rezaba que toda familia acreedora de un elevado poder político, debía adquirir un escudo de hidalguía que la dignificase y denotara su abolengo. El mismo fue diseñado por el Arquitecto Roberto Roldós Lirio, residente en nuestra Ciudad, y contiene elementos característicos de la historia bayamesa: la Parroquial Mayor, la Ceiba, el río Bayamo, la Bandera Nacional y la de Carlos Manuel de Céspedes. En él aparece la inscripción: “Bayamo, Monumento Nacional”. La amplia sala principal de la Casa de la Nacionalidad Cubana conserva, como uno de sus principales atractivos, una parte de la techumbre original que data del siglo XVIII. La luminosidad y ventilación del local, favorecido por sus grandes puertas y ventanas, amparadas por rejas de color marrón, así como su piso, trasladan al visitante a la época colonial. En ella se encuentra expuesto un juego de muebles que impregna belleza y remarca los valores arquitectónicos y patrimoniales de la institución. En el patio que precede las barrancas históricas del río Bayamo se construyó, en el lateral derecho, un colgadizo, además de otros aposentos destinados a cocina, baño y despensa. En el lateral izquierdo existen accesorios que colindan con la calle aledaña. El techo es de armadura de par e hilera, de madera y tejas con colgadizo al fondo.
Por las características coloniales y el valor histórico del inmueble se funda en este recinto la Casa de la Nacionalidad Cubana el 19 de octubre de 1991, a propuesta del entonces Ministro de Cultura Armando Hart Dávalos, con el propósito de investigar los aportes de la región Valle del Cauto al surgimiento y consolidación de la nación y nacionalidad cubanas.
A mediados del año 1991 a Onoria Céspedes Argote, entonces Historiadora de la Ciudad de Bayamo, se le da la tarea de fundar el proyecto Casa de la Nacionalidad Cubana que contaría con un equipo de especialistas entre los que se encontraron: Ángel Lago Vieito, Iliana Orozco Hernández y Libia Peña Roblejo para desarrollar estudios culturales.
En 1992 se elaboraría el proyecto de evento científico dentro de las Ciencias Sociales Crisol de la Nacionalidad Cubana. Con el transcurso del tiempo, el término crisol devino una especie de epónimo en las esferas culturales y comunicacional de la provincia de Granma.
Posteriormente el Crisol pasó a formar parte de un evento mayor que abraza diversas manifestaciones del Arte y la Cultura, surgiendo así la Fiesta de la Cubanía. Las primeras ideas al respecto estuvieron a cargo de los entonces directores de la Casa de la Nacionalidad Carlos Rodríguez Lora y de la Casa del Caribe Joel James Figarola, así como el narrador José Manuel Fernández Pequeño; también participa el periodista bayamés Juan Salvador Guevara Quesada.
El proyecto coincidió con el propósito del ministro de Cultura, Dr. Armando Hart Dávalos, de crear un espacio propicio para la exposición y la promoción cultural en un entorno más abarcador. Hart le brindó un apoyo decisivo para su realización y en su concreción desempeñó un destacado papel Carlos Rodríguez Lora, primeramente, al frente de la institución, y luego como Director Provincial de Cultura en Granma. La Institución contó en sus inicios con un reducido número de especialistas que junto a los colaboradores han desempeñado un importante papel en el desempeño de su misión.
Durante los años fundacionales la Casa contó con la colaboración de algunos profesores de la Enseñanza Media, mediante una coordinación entre el Partido Provincial, el Gobierno y Educación municipales. La institución sirvió de sede y propició la organización de la redacción de la historia municipal, destacando en dicha labor el desempeño de la MSc. Idelmis Mari Aguilera, entonces profesora de la Filial del Instituto Superior de Cultura Física.
Es importante resaltar el apoyo de las organizaciones políticas, del Gobierno y las instituciones de Cultura tanto a nivel provincial como municipal, a la labor emprendida por la Casa, especialmente al entonces Ministro de Cultura Armando Hart Dávalos, y al escritor Cintio Vitier Bolaños, en ese momento Diputado a la Asamblea Nacional por la región y su esposa Fina García Marruz, destacada poetisa cubana.
El Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello prestó el apoyo necesario para la implementación de una estrategia encaminada a convertir la Casa en un centro de investigación en el campo de las Ciencias Sociales, y con un quehacer histórico cultural en beneficio de la población. En tal sentido, su proyección se fortalece en los estrechos vínculos con los centros universitarios para la superación del potencial científico encaminado a promover la categorización científica; destacándose la labor del investigador arqueólogo MSc. José Manuel Yero Masdeu.
Los resultados alcanzados del esfuerzo colectivo y la disposición de las sucesivas direcciones para el desempeño del trabajo han correspondido en su ejercicio de Dirección a: Onoria Céspedes Argote, Carlos Rodríguez Lora; Eduardo Chávez Pardo, ya fallecido; Ludín Fonseca García, desempeñándose también como Historiadores de la Ciudad de Bayamo, y la actual directora Damiana N. Pérez Figueredo, Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Posee un Centro de Información que atesora un importante patrimonio documental y bibliográfico. Presta servicios especializados en temas históricos y en sentido general de las ciencias Sociales.
El mismo está integrado por más de tres mil volúmenes bibliográficos con un importante componente de libros raros y de valor patrimonial, así como más de quince mil documentos originales que integran los Fondos Gubernamentales y Personales que abarcan desde el siglo XVII hasta el XX.
Las fuentes bibliográficas contienen 2967 volúmenes de publicaciones no periódicas, de ellos el 50 porciento posee valor histórico patrimonial. Entre los ejemplares que integran dicho fondo se encuentran: Maceo, símbolo de la cubanidad; Carlos M. de Céspedes redentor de los esclavos y Padre de la Patria Cubana; Poesía selecta de Juan Clemente Zenea, Bonifacio Byrne, José Fornaris y Ricardo del Monte; Memorias de Andrés Piedra; Enseñanza Cívica; Recopilación de Leyes e Historia del reinado de los Reyes Católicos D. Fernando y Da. Isabel; Guías Oficiales y de forasteros. Se cuenta con el fondo bibliográfico sobre José Martí que incluye varias ediciones de sus obras completas en 70 tomos publicadas en 1936. Contiene 357 ejemplares con obras editadas desde 1909 y materiales de referencia.
Por su valor patrimonial ocupa un importante lugar la colección de 1450 fotografías con imágenes de personalidades de las guerras de independencia, sitios históricos de la ciudad, calles, comercios, ruinas del incendio, iglesias, ingenios.
Las fuentes documentales que atesora el centro se agrupan en 7 fondos con documentación original sobre los periodos de colonia, república y revolución. Contienen más de 20 000 documentos sometidos a procesos de conservación, restauración y protección que permitan la disponibilidad a las presentes y futuras generaciones.
Estudios sobre la historia local para fundamentar labores de la preservación del Centro Histórico Urbano (Bayamo).
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