El renombrado pianista y compositor cubano José María Vitier consideró hoy a la cultura un aspecto de permanente importancia y una obra colectiva que implica el deber de preservarla y enriquecerla. No hay un tiempo que sea más importante que otro para ella, en momentos difíciles como estos y de discusión de valores, se puede decir que la cultura hace falta, y es verdad, pero es necesaria siempre”, subrayó a Prensa Latina en esta capital, donde ofreció un inolvidable concierto por la jornada de la cultura cubana.
Para el prolífico músico, la cultura se hace todos los días, y no solo por los artistas, al señalar que dan su aporte todas las personas creadoras, al margen de su profesión, lo cual calificó de muy bonito. Es también un acto de libertad que debemos defender, es muy liberadora, afirmó el autor de temas como Fresa y Chocolate, Oración por Cuba, El siglo de las luces, Misa Cubana, Tiempo Habareno, Danzón imaginario y En silencio ha tenido que ser, la mayoría de ellos ofrecidos anoche a los invitados a la velada en el Cercle de l’Union Interalliée.
Vitier insistió en que la cultura constituye un tesoro del país caribeño y en la dicha que acompaña la oportunidad de ser parte de ella. Debemos defenderla y no solo heredarla, sino también hacerla crecer, declaró. El laureado compositor, Premio Nacional de Música 2021 en la nación antillana, agradeció la invitación a compartir su obra en el evento organizado por la asociación Cuba Coopération France, la embajada en París y la misión ante la Unesco de la isla
Respecto a sus proyectos, mencionó a Prensa Latina el festival de noviembre Habana Clásica y el pedido de realizar presentaciones en varias ciudades cubanas, entre ellas Santa Clara, en la Universidad Central de Villa Clara. En esa institución recibieron el Doctorado Honoris Causa su padre, el poeta, narrador y ensayista Cintio Vitier; su madre, la poetisa e investigadora literaria Fina García Marruz, y su abuelo, el intelectual Medardo Vitier.
De acuerdo con el pianista, también trabaja junto a otros miembros de la familia en la casa Vitier-García Marruz, en aras de preservar el rico patrimonio cultural que iniciaron sus ascendientes.
(Tomado de Prensa Latina)