Escrito por: Surysbel Díaz
Evocar al Apóstol en sus poesías, honrarlo y avivar su impronta patriótica, simboliza para el joven artista manzanillero Hamlet Santos todo un privilegio. El teatro nació con él, en sus venas fluyen los sonidos de las tablas, más, su imaginación se desplaza como agua de lluvia hasta los colores de un traje y una corbata detrás de una peculiar sonrisa.
Renacer la alegría en los niños, hacer latir un cuento o una canción en el corazón de quién lo escucha es pasión que disfruta sin importar donde, lo que prevalece para Santos es sanar con su presencia la tristeza del alma y avivar el espíritu de todos a su alrededor.
Bastan sólo unos minutos con su presencia para saber la madera preciosa con que fue formada su vocación, su talento humano y artístico. Cada actuación para Hamlet se convierte en una aventura sin regreso, se pierde en los caminos, senderos y parajes que su mente y alma crea.
Y esa es su verdad….. tan única como su carisma, tan espontánea como cada uno de sus gestos y expresiones.
Su verdad, es el sueño profundo de ser un excelente artista y disfrutar cada escena en la sonrisa y aplausos que le regala el público que tanto lo admira y espera.
Hamlet Santos, el pueblo de Media Luna te agradece.