Escrito por: MSc. Yusdelbis Alvarado García y la Lic. Dayainis Reyes Rojas
Vilma fue un ser humano especial, comprensivo, sensible, exigente, flexible en su pensamiento e intransigente con la injusticia. Aportó a través de sus entrevistas, discursos, testimonios, materiales escritos y sobre todo con su obra durante toda su vida, un caudal de sabiduría y entereza basado en firmes principios revolucionarios.
El contenido humanista en nuestro país está sustentado en los principios de la moral socialista de que el ser humano es el valor cimero de la sociedad, el que merece respeto a su dignidad, que puede ser cada día mejor persona, a partir de construir con el trabajo creador una sociedad más justa, de equidad y calidad de vida, sobre la base del crecimiento y desarrollo humano en una cultura integral progresista, de solidaridad y de paz.
Teniendo en cuenta lo antes expuesto, la obra humanista de Vilma es fundamental para comprender la esencia de nuestro proceso revolucionario, pues abarca disímiles aspectos sobre la solución a problemas que existían al triunfo revolucionario, que marcan el desarrollo de la vida de mujeres, niños y niñas, jóvenes y adultos.
Por lo que su obra en la revolución está caracterizada por el humanismo práctico; en tal sentido, fue heredera de una tradición de pensamiento humanista universal y especialmente cubano y latinoamericano, de Martí y Fidel, que enriqueció y elevó con una proyección liberadora, los cuales le confieren un alcance y dimensión universal a su pensamiento. Su humanismo sitúa al hombre y mujeres como centro de la atención. La ética revolucionaria que guió su vida, define su obra y caracteriza el legado formativo más profundo que, desde lo axiológico, permite a un joven de estos tiempos reconocer en Vilma un ejemplo de profesional competente y comprometido con nuestro proceso revolucionario.
La mujer cubana fue la prioridad inmediata del gobierno revolucionario y la labor de Vilma en ello está bien marcada con la creación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), por lo que se le considera defensora de los derechos humanos de las mujeres, forjadora de unidad entre las cubanas(…), por contribuir en la transformación de las formas de pensar y actuar de mujeres y hombres sobre la igualdad de género, por sus aportes pedagógicos al ser intérprete fiel de forma creativa de las ideas de Fidel.
Bajo su liderazgo la FMC consolidó lo mejor del papel de la mujer cubana en la revolución, en cuya estrategia la educación, la salud, la cultura, la economía y los valores son pilares esenciales, materializando en la revolución socialista el sueño de emancipación de las mujeres cubanas de la colonia y de la neocolonia. Asegura la incorporación femenina a la superación cultural y promueve la elevación de su nivel de escolaridad.
Por lo que elaboró un proyecto real de transformación de la realidad de la sociedad cubana en todos los órdenes de la vida (…) en un periodo donde ganaba mucha fuerza el bloqueo económico y que se mantendría en todos estos años de revolución.Realiza (…) una ardua labor desde (…) la Comisión Nacional de Alfabetización y pone a la FMC dentro de la colosal batalla que libraba todo el pueblo. Dirige después la incorporación de las amas de casa al plan de seguimiento, a las batallas por el 6to y 9no grados y a las aulas de superación de adultos.Orienta y dirige las escuelas campesinas Ana Betancourt en 1961, materializando esta idea del Comandante; y crea las Escuelas Nocturnas de Superación para Domésticas.
Preparó, orientó y organizó los cursos de primeros auxilios, los cuales permitían la capacitación de las mujeres en este aspecto y así poder tener herramientas para auxiliar a las personas, al no existir, en los inicios de la Revolución, suficientes postas sanitarias en las zonas rurales fundamentalmente, y así también poderse incorporar a la defensa de la patria.
Es indiscutible su aporte a la pedagogía revolucionaria, pues revaloriza la importancia de la educación en las edades de preescolar, lo que no se había tomado en cuenta hasta entonces. Por lo que dirige el proceso para la creación de los círculos infantiles en 1961, como elemento decisivo en el proceso de socialización y educación de niños y niñas (0- 6 años) y en 1962 introdujo la educación sexual, como parte de la formación general del individuo y de su preparación ideológica.
Desde1969 preside hasta 1976 el Instituto de la Infancia, desde el cual organiza y unifica las direcciones de las instituciones infantiles, a través de las coordinaciones con educación y salud pública para el estudio de las normas de alimentación a aplicar a los niños y niñas, con el propósito de lograr un pleno desarrollo físico en las primeras edades, así como la preparación del personal pedagógico especializado en este grupo etáreo. También promueve y propone la organización de comedores escolares.
Sugiere y supervisa la creación de los hogares para menores sin amparo familiar, la atención a su educación, enfatizando en todos los aspectos afectivos y morales en los que debían de crecer y desarrollarse (…) Organiza los cursos de corte y costura, actividad que ofrece conocimientos útiles para la mujer y así contribuir al rescate de las mejores tradiciones culturales cubanas en el diseño, las artes manuales como bordado y tejido, la confección de prendas tradicionales, etc.
En 1962 creó la escuela de cuadros Fe del Valle, para capacitar a las compañeras con bajo nivel cultural y sin experiencia que asumieron responsabilidades dentro de la Federación. Estas constituyen las primeras formas de participación de las mujeres fuera del hogar y que hasta entonces estaban relegadas al ámbito de la casa y la familia.
Tiene la visión de que el dominio del género como enfoque y categoría analítica constituye un elemento clave en la preparación de los maestros y maestras; con este criterio se permite una mirada más justa y abarcadora de la realidad.Por tales razones propicia la creación de cátedras especializadas en los Institutos Superiores Pedagógicos y (…)universidades, apreciándose con ello la conveniencia de transversalizar el enfoque de género a la docencia en la enseñanza superior y en las políticas públicas(…)
Por tales razones encabezó la batalla ideológica para eliminar de nuestra cultura lo que habíamos heredado de atrasado acerca de los roles de género, los prejuicios, las creencias erróneas, los tabúes los estereotipos, para hacer realidad los principios revolucionarios. También condenó toda forma de discriminación. Para ello propició la introducción de estos temas en los medios de comunicación social y así construir una imagen positiva de nuestra Revolución.
Prestó gran interés en la formación de las nuevas generaciones, libres de todos los prejuicios. Por lo que jugó un importante papel desde la Asamblea Nacional del Poder Popular, al fundar y presidir desde 1987 la Comisión de Prevención y Atención Social y la Comisión de la Niñez, adscritas al Consejo de Ministros, para coordinar y supervisar las acciones de todos los organismos y organizaciones de masas en el trabajo social.
Presta especial atención en definir las funciones de la familia en el socialismo, a partir de la igualdad, del respeto a los deberes y derechos de cada integrante del grupo familiar, para lograr una adecuada comunicación con los hijos y compartir entre todos las tareas del hogar, haciendo importantes aportes al texto del Código de la Familia (1979); creó y controló el grupo nacional de Prevención y Atención a la Violencia Intrafamiliar y vincula a la FMC y demás organizaciones y organismos en este tema.
Su obra revolucionaria también se puede apreciar en lo legislativo, donde realizó importantes aportes, a través de su trabajo desde la FMC, en la lucha por la plena emancipación de la mujer. Entre ellos encontramos la Constitución de 1976 y sus modificaciones en 1992, contribuciones al texto del Código de la Familia(1979) y sus modificaciones, código de la Niñez y la juventud, Ley de protección e higiene del trabajo(1977), Ley de seguridad social (1979), Decreto Ley sobre la atención a los menores y el Decreto 95 sobre el trabajo de las comisiones de Atención y Prevención social, el Código Penal (1979) y sus modificaciones en 1997 y 1999, Ley de la maternidad en 1974 y sus modificaciones en el 2003; influyó decisivamente en que la legislación cubana contemple una perspectiva diferente de las relaciones hombre-mujer en la sociedad.
Introduce nuevas concepciones del trabajo comunitario como punto de partida para el trabajo social(…) Por lo que crea las casas de orientación a la mujer y la familia, para dar respuestas y atención individualizada dentro de la labor comunitaria (…), el Programa de Maternidad y Paternidad Responsables con carácter educativo, capacitaciones a las campesinas en norma de higiene y salud para preservar la vida de la familia, creación de postas de salud en las montañas, la institucionalización del parto, etc.Fue defensora de la igualdad social y la dignidad plena de las mujeres en el plano nacional e internacional(…)