Escrito por: Diana Iglesias Aguilar
Un hombre (y mujer) culto, es aquel que sabe hacer bien su trabajo, profesión u oficio. Esa es la afirmación lapidaria del profesor Evo Eón Montero Mendoza, para los granmenses: Victor Montero (Guisa junio de 1920), pedagogo, narrador deportivo, guionista de radio, difusor de la obra de Martí y Maestro, la columna vertebral de la familia Montero, dedicada a la noble profesión de enseñar por más de un siglo en la región oriental y que ha sido distinguida con el Premio Nacional Familia Educadora 2022, distinción que cada año otorga la Asociación de Pedagogos de Cuba, en saludo al Día del Educador.
El salón de protocolo del monumento Plaza de la Patria en Bayamo recibe a los Montero y otros educadores, día de remembranzas y danzar de sentimientos hermosos, con la entrega de la distinción que reconoce la contribución y dedicación de numerosas generaciones de los Montero a la hermosa profesión de enseñar y es una de las tres que se entregan este año en Cuba a familias de maestros.
En el emotivo acto Lucia Helena Montero de Sousa, hija de Victor Montero, me comenta vía telefónica lo que significa el reconocimiento familiar: deber cumplido, compromiso social, satisfacción, razón de ser.
El quehacer y la imagen del Victor Montero padre se mezclan con el Maestro, radialista y humanista profundo, Premio Nacional de Pedagogía 2008 y Premio Nacional de la Radio 2009.
El Premio Provincial de Cultura en Granma lleva ese nombre: Victor Montero en consecuencia con la dedicación del Maestro a iluminar con su ejemplo por dónde quiera que trabajó y a esa frase lapidaria de lo que para él, era un hombre culto. Seguirlo a pie juntillas nos debe conducir a buen camino. Hacer bien lo que nos toca.
El acto para distinguir a esta familia, que durante más de un siglo ha mantenido el legado del magisterio por varias generaciones, aconteció en el Salón de Protocolo de la Plaza de la Patria, con la presencia de algunos de sus integrantes, directivos del sector y de destacados pedagogos.